Hace escasas horas ha concluido una llamativa operación policial contra el aparato jurídico etarra. La noticia es agridulce. Y lo es, porque huele a una operación de maquillaje orquestada por el Ministerio de del Interior. ante la próxima excarcelación de etarras como el carnicero Pikabea, responsable del asesinato del falangista Carlos García, y para cumplir con la hoja de ruta pactada por Zapatero y Rajoy con ETA, a través de estas detenciones se consigue paralizar el macrojuicio contra el antiguo brazo político etarra: ANV y el Partido Comunista de las Tierras Vascas.
Por si fuera poco, la acusación no va encaminada a la pertenencia a banda armada, traición al Estado, sedición, o terrorismo.
Las detenciones se producen por blanqueo de capitales. No hay que ser el juez Garzón (afortunadamente) para darse cuenta de que los enemigos de España no pagan los impuestos.
El fraude fiscal está en el ABC del manual del separatista, pero en pleno siglo XXI, la Audiencia Nacional no puede emular a Elliot Ness, quien tuvo que echar mano de al Capone no por sus tropecientos crímenes, sino por llevar una contabilidad paralela.
El PP vuelve a demostrar que su Patria es el dinero, y que las víctimas son un daño colateral salvable. Esta porquería es la Justicia española, esto es el Estado de derecho. Conra ellos, Falange Española de las JONS.
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Falange Española de las JONS
