España lleva años apoltronada en los últimos tres puestos europeos de abandono escolar temprano. El 23,5% de los jóvenes españoles había abandonado la enseñanza prematuramente el año pasado, el doble de la media comunitaria, situada en el 11,9%, según los datos publicados este viernes por la oficina de estadística comunitaria Eurostat.
España lleva décadas ocupando puestos vergonzosos en las estadísticas en educación, como el Informe Pisa. Pero al margen de las estadísticas, tan manipulables por el sistema, lo cierto es que hay generaciones de españoles perdidas. Cientos de miles de jóvenes que podían desarrollar una carrera profesional o completar sus estudios, porque no les falta capacidad, pero que un desastroso sistema educativo no les motiva para hacerlo.
Son aquellos que además, se dejan seducir por el materialismo, que ha inundado sus vidas a través de las nuevas tecnologías y de los medios de comunicación de masas. Son aquellos que han vivido la cultura del no esfuerzo y del pelotazo, y que desarrollan su existencia en estériles superficialidades.
España tiene por delante el mayor reto de todos: acabar con un nefasto sistema educativo de adoctrinamiento creado para beneficio de PP y PSOE, que prefieren grandes rebaños amoldables a sus intereses, en lugar de jóvenes preparados que les disputen el mañana.
Falange Española de las JONS