Orígenes
Falange Española de las JONS hunde sus raíces en 1931, cuando el filósofo zamorano Ramiro Ledesma Ramos, y el abogado vallisoletano Onésimo Redondo Ortega fundan las JONS, al unirse el grupo que formaba el periódico La Conquista del Estado fundado por Ledesma con las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica que lideraba Redondo.
Aquellas JONS, Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista, fueron grupos formados por trabajadores, estudiantes, campesinos, intelectuales, que conjugaban un sindicalismo revolucionario con un gran amor por España y un gran respeto hacia la religión.
Dos años después de la creación de las JONS, tal dia como el 29 de octubre de 1933, se celebró en el Teatro de la Comedia de Madrid un “Acto de Afirmación Española”, que sin proponérselo se convertía en realidad en el acto fundacional de Falange Española, organización liderada por el abogado José Antonio Primo de Rivera.
Fundación
Viendo la afinidad política existente entre jonsistas y falangistas, el 15 de febrero de 1934 se firmó el acuerdo de fusión entre las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma Ramos, con la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera, dando lugar al nacimiento de Falange Española de las JONS.
Aquel acuerdo tuvo su puesta de largo dias después, el 4 de marzo en el Teatro Calderón de Valladolid, en un mitin que intentó ser boicoteado por el PSOE, dirigiendo el diputado socialista Remigio Cabello un feroz ataque armado a la salida, y que finalizó con el asesinato del estudiante de medicina Ángel Abella por parte de varios militantes del PSOE.
La nueva organización política, FE de las JONS, pronto se caracterizó por la defensa de los intereses de los trabajadores a través de la CONS (Confederación Obrera Nacional Sindicalista), con especial relevancia en el sector de la hostelería, el taxi y el espectáculo. Como hermano pequeño, el potente SEU, el Sindicato Español Universitario, que se convirtió en el principal órgano de defensa estudiantil ante los atropellos del Frente Popular en la Universidad, y que dio al nacionalsindicalismo algunos de sus primeros mártires, como el estudiante Matías Montero asesinado el 9 de febrero de 1935 por el militante del PSOE Tello Tortajada.
La Primavera Trágica
Las elecciones generales de febrero de 1936 son el termómetro que mide el clima de enfrentamiento entre españoles. La victoria es para el Frente Popular, que dominado por el radicalismo del PSOE, y por el estalinista PCE, comienzan una sangría a lo largo de varios meses. A la quema de iglesias, asesinatos y robos, acompañan los diarios atentados y huelgas generales. La Segunda República, que había sido bien recibida por los españoles, había fracasado al carecer de un proyecto integrador. España vivía un clima de guerra civil al que se había llegado por el fracaso del turnismo político, por las agresivas políticas de persecución de la Segunda República, y por los intentos de sovietización de España por parte de la URSS.
Tras varios asesinatos contra jóvenes falangistas que no son respondidos por orden directa de José Antonio, se produce una dinámica de defensa obligada por las circunstancias: los estudiantes falangistas eran ametrallados por las Juventudes Socialistas y sus cuerpos enterrados al anochecer, por precepto gubernativo. Había dos Españas y dos varas de medir.
En medio de este clima terrible son encarcelados los líderes de Falange Española de las JONS en el mes de marzo: José Antonio, preso en Madrid, sería trasladado a Alicante. Onésimo Redondo fue apresado y llevado a la cárcel de Ávila.
El 17 de julio estalla la Guerra Civil cuando se alza una parte del ejército y de los partidos de centro-derecha, contra el acoso de la otra mitad del ejército y de los partidos de izquierda. FE de las JONS no había participado en los preparativos, al estar descabezada, debe tomar partido en una situación histórica que le sobrepasa: tan sólo tenía tres años de vida.
José Antonio se ofrece, avanzado el conflicto, a mediar entre los dos bandos dejando a su hermano Fernando como rehén en la llamada “zona roja”, y perfilando un gobierno de concentración nacional para salvar al país, que aglutinara a izquierdas y derechas. Nadie le hace caso. Izquierdas y derechas le ignoran, condenando fatalmente el destino de los españoles.
La guerra de España engulle a los falangistas, que se decantan por aquellos que no les habían perseguido, aunque tampoco les hubieran otorgado nunca su simpatía. La socialmente revolucionaria FE de las JONS se convierte en extraño compañero de viaje de una guerra, que no es la suya, en la defensa de unos valores supremos como son la Patria, la Justicia y la Libertad que en cambio si comparte, y que son atacados con rencor desde la izquierda.
La Revolución Pendiente
FE de las JONS desapareció el 19 de abril de 1937 como organización política independiente, a raíz del famoso Decreto de Unificación, que aglutinaba todas las fuerzas políticas del llamado “bando nacional” en la llamada FET y de las JONS, un engendro político en el que se forzaban a convivir familias políticas que nada tenían que ver unas con otras: los falangistas, de corte republicano, con los monárquicos alfonsinos, con carlistas y tradicionalistas o con los liberales democristianos.
Al concluir el conflicto, el II Jefe Nacional, Manuel Hedilla Larrey fue condenado a tres penas de muerte, y el régimen franquista fusiló a algunos falangistas como Juan Bautista Pérez de Cabo, autor del primer libro falangista titulado “Arriba España”. Otros como el sindicalista de la CONS Gerardo Salvador Merino fueron apartados de sus carreras profesionales bajo falsas acusaciones.
La dictadura franquista encontró en la Falange y en sus dirigentes el soporte ideológico que necesitaba para formar su régimen, por lo que se nutrió de algunos falangistas para formar gobierno, poco críticos en algunos casos, y convencidos de poder llevar a cabo el nacionalsindicalismo desde dentro del Régimen en otros. Este es el caso de José Luis Arrese, falangista genuino que llevó a cabo la mayor obra social conocida jamás en España, materializada en ayudas sociales, mejora del sistema de seguridad social y construcción de viviendas sociales para los más pobres desde el Ministerio de la Vivienda. Mujeres valerosas, como Mercedes Sanz Bachiller, que no alineadas con el franquismo oficial, supieron llevar a buen puerto el Auxilio Azul en favor de los más necesitados.
Pero en 1955 España había caído en manos del capitalismo estadounidense, y en plena guerra fría las pretensiones de los falangistas más genuinos se verían truncadas. De esta forma, la aprobación de la Ley de Sociedades Anónimas marcaba un antes y un después en la postguerra. España se convertía en un país más del capitalismo industrial y el nacionalsindicalismo no era sino una etiqueta de quita y pon, vacía de contenido, y que cada vez era menos necesaria.
La eliminación del Frente de Juventudes, donde convivieron españoles de un lado y de otro, por haberse convertido un foco de falangistas descontentos hacia el Régimen, liquidó las esperanzas de varias generaciones para alcanzar la revolución.
Surgieron entonces varios grupos azules de oposición al franquismo: Circulos José Antonio, el Frente de Estudiantes Sindicalistas… que intentaron salvar el mensaje joseantoniano de la tergiversación que de él hacían las instancias oficiales. Fueron años de confusión entre los más, pero también de un gran compromiso por parte de una minoría “inasequible al desaliento” que permite trasladar el testigo a la siguiente generación.
La Transición
En octubre de 1976, Falange Española de las JONS fue legalizada e inscrita en el Registro de Partidos Políticos, siendo III Jefe Nacional el ex ministro y Vieja Guardia, Raimundo Fernández-Cuesta, quien fue relevado de su cargo en 1983 por el abogado Diego Márquez Horrillo, dando un giro de timón con respecto a la impronta continuista que había impreso Fernández-Cuesta. En aquellos años, y gracias a la labor de Diego Márquez, se produjo la ruptura definitiva con los lazos que aún pudieran quedar del régimen anterior, siendo los falangistas depositarios del genuino mensaje joseantoniano.
La firme defensa de la Unidad Nacional de España convierte a Falange Española de las JONS en objetivo del terrorismo separatista durante los “años de plomo”.
Ya desde la transición, Falange ha sido objeto de numerosos atentados a manos de la banda terrorista ETA, siendo la primera formación política en contar con un concejal asesinado, Julio Martínez Ezquerro. Pero los falangistas hemos continuado la denuncia del separatismo, celebrando actos reivindicativos de la españolidad del Pais Vasco, en Guernica, en Vitoria, en Bilbao y en san Sebastián. Esta labor de denuncia no cesó el acoso de ETA, produciéndose el último atentado contra la sede de Santoña en 2006.
Falange Hoy
Falange Española de las JONS es la Casa Común de todos los falangistas. Por ello desde FE de las JONS se ha apostado siempre por la unidad de todos los grupos falangistas, habiendo firmado numerosos protocolos de fusión aún vigentes con organizaciones históricas como Círculos José Antonio, Falange Montañesa, Falange Española Independiente, Falange 2000, Falanges Gallegas y más recientemente con Mesa Nacional Falangista. En los últimos años se han realizado campañas conjuntas con Falange Auténtica, como la campaña Defensa Social a favor de los más desprotegidos. En las Elecciones Europeas de 2014, integrantes de diversas sensibilidades falangistas como la Unión Nacional de Trabajadores, Hermandad Nacional de Banderas de Falange, Hispaniainfo, El Municipio Toledo o la Hermandad de la Vieja Guardia, formaron parte de la candidatura.
El municipalismo falangista: vocación de servicio al ciudadano
Durante los últimos años, más de medio centenar de representantes públicos de Falange Española de las JONS, han dado muestra de honradez y transparencia públicas en política. Entre los municipios con alcaldes y concejales de FE de las JONS destacan Aranjuez (Madrid), Ardales (Málaga), Barruelo de Santullán (Palencia), Boadilla del Camino (Palencia), Los Corrales de Buelna (Cantabria), Crevillente (Alicante), Fuentelahiguera (Guadalajara), Hoyo de Pinares (Ávila), Mairena del Alcor (Sevilla), Miguelturra (Ciudad Real), Nava de Arévalo (Ávila), Quero (Toledo), Santoña (Cantabria), Valle de Finolledo (León), Villán de Tordesillas (Valladolid) o Villodrigo (Palencia), entre otros.
Falange Española de las JONS puede gritar bien alto y bien claro que durante todos estos años ningún cargo público de FE de las JONS ha sido acusado de corrupción o malversación de fondos, algo que ningún otro grupo político puede decir.
La reforma de la ley electoral en 2010 dejó fuera de las Elecciones Generales a más de 40 partidos políticos. FE de las JONS logró superar esta barrera y presentó candidaturas en 11 circunscripciones, siendo rechazadas 5 de ellas. La partitocracia PP-PSOE asestaba un nuevo golpe a la libertad de opinar, de divergir, de tener ideas propias… Sin embargo, FE de las JONS cosecha los mejores resultados de su historia en unas Generales en aquellas circunscripciones donde logra presentarse, triplicando cualquier otro resultado conseguido hasta el momento.
Un proyecto político: El futuro se llama España
Norberto Pico, actual Jefe Nacional de Falange Española de las JONS, mantiene vivo el nacionalsindicalismo a través de un proyecto político serio y honesto, en el que Falange Española de las JONS sea un medio, en el cual los españoles vean reflejadas sus aspiraciones de bienestar económico, social y espiritual.
Este proyecto toma como centro a las personas, para a partir de ellas construir un sistema capaz de velar por aquellas cuestiones importantes, en el que el dinero esté supeditado al trabajo y a la valía personal de cada uno.
El futuro se llama España, y frente a los gobiernos que sólo miran hacia Europa y la macroeconomía, frente a políticos que solo gobiernan para las multinacionales, Falange Española de las JONS defiende a las personas, al pueblo español, engañado una y mil veces por políticos profesionales.