Ayer se disolvieron las Cortes, como paso previo a la convocatoria de elecciones Generales que será proclamada el próximo 27 de octubre, para convocar elecciones el 20 de diciembre. Concluye así una legislatura nefasta, que fue continuadora de otras no menos terroríficas para los españoles.
Cierto es que cuando el partido en el Gobierno entró en el poder, la situación era catastrófica: cuentas maquilladas, crisis, destrucción de empleo y un panorama que nos acercaba al abismo de la bancarrota. El caldo de cultivo para acometer las medidas sociales más duras que ha padecido la España reciente en doscientos años han sido realizadas por el PP de Mariano Rajoy. Y no tienen marcha atrás. el liberalismo aprovecha la implantación de medidas de urgencia, que con el tiempo son largo alcance.
El antipatriotismo del PP ha quedado demostrado en varios extremos: ha puesto en peligro la seguridad del pueblo español excarcelando a terroristas y violadores, ha permitido y auspiciado la presencia de ETA en las instituciones, y ha intentado no legar a un enfrentamiento con los sediciosos y secesionistas catalanes, cuando debería haber activado el artículo 155 de la Constitución y haber detenido y procesado a Artur Mas y sus secuaces.
Nuestra falta de soberanía ha quedado patente por diversas vías, una vez más. China adquirió a un precio ventajoso gran parte de la deuda pública española, a cambio de revisar la política arancelaria. Nos Han comprado, literalmente, la entrada de sus productos en España. EEUU manda sobre nuestro ejército, y Bruselas sobre nuestra moneda y sobre las políticas económicas españolas. El Banco Central Europeo y el FMI dan las instrucciones al gobierno de Rajoy, convirtiéndonos en un país títere de oscuros organismos internacionales de corte capitalista.
Finalmente, esta legislatura nos deja el asalto al bolsillo de los españoles: copago sanitario, tasas energéticas por las energías renovables, el tarifazo eléctrico, alza del precio del combustible (durante tres años) y una serie de impuestos de todo tipo que se reparten por igual entre las administraciones autonómicas y los gobiernos municipales del PP. Sin olvidar el rescate que se hizo, con dinero público, de las mismas entidades bancarias que siguen negando el crédito a familias y empresas, condenándolas a subsistir. España es el número uno en destrucción de empleos y somos el país donde la pobreza ha crecido más rápidamente.
Los españoles no tienen opciones. PP y PSOE nos llevaron a la ruina, IU, CDC, ERC, ONV y Bildu sólo buscan destruir España. y Ciudadanos y Podemos son arribistas que únicamente buscan cambiar el statu quo para fundar una nueva casta, sobre los mismos principios.
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