Las revueltas ucranianas que han explotado los últimos unos días, han sido financiadas, al parecer, por la Unión Europea. A finales de noviembre, las autoridades ucranianas suspendieron súbitamente la firma de un acuerdo de asociación comercial con la Unión Europea, tras meses de negociaciones. Yanukovich, el presidente ucraniano, ha optado por mantenerse alineado con Moscú, quien le suministra de gas procedente de los Urales.
El objetivo de la Unión Europea financiando estas protestas es anticipar las elecciones ucranianas, y dirigir el voto hacia un candidato proeuropeo. Con ello, la Unión Europea gana un socio comercial y amplía el castigado mercado interior europeo. A Rusia, por el contrario, le interesa un presidente débil, para forzar acuerdos comerciales ventajosos. De echo, el verdadero objetivo de Moscú es que Ucrania entre en la unión aduanera euroasiática, que agrupa a los países surgidos tras la ruptura de la URSS.
Nuevamente la injerencia de la todopoderosa Unión Europea en terceros países genera muertes y disturbios, intentando desequilibrar gobiernos y poner presidentes títeres de los intereses francoalemanes. A estos intereses sirve España. Por eso los falangistas decimos:
¡No a la injerencia europea en terceros paises!
¡Por la independencia política de las naciones soberanas!
¡Por las Patrias Libres!