Cuando el 12 de junio de 1985, España y Portugal firmaban el Tratado de Adhesión a las Comunidades Europeas, los falangistas nos opusimos frontalmente a aquel tratado auspiciado por el PSOE de Felipe González. El proceso, que ha sido lento, ha pasado por diferentes ciclos: la adhesión al mercado común europeo primero, y después la firma del Tratado de Maastricht.
Tras treinta años de pertenencia a una estructura capitalista y neoliberal, tenemos la suficiente perspectiva histórica como para percibir que el balance ha sido negativo.
En lo material, el régimen nos seguirá bombardeando con la extraordinaria calidad de vida que nos ha traído el estado del bienestar, la posibilidad de viajar a un espacio común europeo con un simple DNI y el gran desarrollo político, social y económico que España ha recibido.
Lo cierto, es que ese estado social ya existía: España tenía un sistema de coberturas sociales heredado del anterior régimen que envidiaban los demás paises de nuestro entorno. El resto han sido concesiones: arrancar viñedos, verter litros de leche en las alcantarillas, amarrar la flota pesquera española, reconversión industrial, cierre de minas, implantación de grandes distribuidoras francesas en territorio español, legalización del aborto (una de las exigencias europeas encubiertas) y la instauración del IVA, que los españoles de antes de 1986 no pagábamos.
La UE ha sido una gran mentira, que solo ha servido para captar fondos de los bolsillos de los españoles: para hacer una gran Europa, hay que pagarla. ¿De dónde si no , iba a salir el dinero? Pero esto nunca se nos dijo.
La Unión Europea, que podría haber tenido alguna cosa positiva, perdió la oportunidad de reivindicar su origen cristiano. la gran maquinaria prefirió aliarse con países de su entorno para hacer crecer su mercado: Marruecos, Túnez, Israel, Turquía… mercados a los que ahora se abre perjudicando los intereses de los productores españoles.
Los falangistas llevamos treinta años denunciando esta situación. Nadie nos hizo caso. ¿Y ahora que hacemos? Sin industria, sin capacidad de decidir sobre nuestra moneda, nuestra soberanía y nuestras políticas, estamos a merced de las decisiones de órganos extraños a nuestro país.
Por ello FE de las JONS exige, una vez más, la salida de la Unión europea como medio para recuperar nuestra soberanía económica, política y social.
¡Por la Europa de las Naciones libres!
¡Arriba España!