Tras la resaca electoral comienza el baile de cifras y el arrimar, por parte de cada partido político, el ascua a su sardina. Nuestro diagnóstico no ha variado un ápice después de los comicios: ha perdido Cataluña y ha perdido España.
Los separatistas han sabido aprovechar todos los recursos que ellos mismo, a través de la “Generalitat” han puesto al servicio de la ruptura de España. Frente al poder del miedo que a diario impera en muchos barrios y localidades de Cataluña, frente a la compra del voto cautivo de algunos sectores sociales, y ante la falta de liderazgo de unos políticos “constitucionalistas” mediocres, que nunca han tenido un proyecto para España, ha triunfado el separatismo. Y ha triunfado, no por los resultados electorales, bastante igualados pese a la imposición del pensamiento único existente en Cataluña, sino porque el Gobierno de España ha permitido que el separatismo emplee recursos públicos para sus fines particulares, ha tolerado que se ofenda a España, a los españoles y a nuestra bandera, y ha mirado para otro lado, cuando los cachorros del separatismo acosan a los catalanes que defienden su españolidad.
Estas elecciones marcan un nuevo hito en el proceso de balcanización de España. Porque la ruptura de España no se producirá en medio de disturbios, de caos o de insurrección armada. En España ocurrirá una balcanización similar a la experimentada en la antigua Yugoslavia, donde de un día para otro, las viejas estructuras del régimen yugoslavo resultaron inservibles y los diferentes territorios proclamaron su independencia con apoyo de la OTAN.
Aquí en España, la irreal Cataluña soñada por Artur Mas está a punto de ser una realidad. Está casi lista. El estado paralelo que PP y PSOE han regalado al secesionismo, la Generalitat, está casi terminada, a falta de un pequeño empuje final. será entonces cuando se soltarán amarras y los catalanes que no se hayan exiliado ya a otros puntos de España, se verán obligados a vivir en un régimen mezquino, cretino y cobarde, donde señalar, delatar y denunciar será la práctica habitual.
Artur Mas ha creado un Estado policial en el que es muy difícil mantener la dignidad de ser español. Los que debieran ser los garantes de la unidad nacional, y haber detenido, procesado y encarcelado a sus responsables, no solo no lo han hecho, sino que les han permitido seguir adelante con su desafío, con su menosprecio a más de cuarenta millones de españoles. Hemos visto a altos mandos del Ejército Español saludar al máximo traidor a la Patria, hemos visto como el presidente del Gobierno se ha inhibido de sus funciones, debiendo ser políticos británicos o franceses quienes defiendan la unidad de España, y hemos asistido, atónitos, con qué mercantilistas argumentos defiende el PP a nuestro país.
Por ello los resultados de estas elecciones no nos han sorprendido. Mañana, los falangistas nos despertaremos con el mismo sentimiento con el que hoy nos acostamos: dispuestos a recuperar para España, su fragmento amputado, y con la firme misión de perseguir a sus responsables ejecutando la Justicia que este país necesita.
¡¡¡VISCA CATALUNYA!!!
¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!