LA UNIÓN EUROPEA OBLIGARÁ A LOS ESTADOS MIEMBROS A ABONAR INDEMNIZACIONES POR EFECTOS ADVERSOS EN LA VACUNA CONTRA EL COVID-19
España y los demás Estados miembros de la Unión Europea han anunciado que abonarán a los laboratorios las posibles indemnizaciones en caso de producirse efectos indeseados o inesperados por las vacunas del Covid-19 tras su comercialización. Salvador Illa ha manifestado como ministro de Sanidad que han tomado la decisión “para compensar los altos riesgos asumidos por los fabricantes”.
Una vez más imponen a nuestro país desde Bruselas cómo debe gestionar una crisis, con el agravante de que esta vez se pone en juego la salud de millones de personas. Los españoles merecemos saber qué intereses hay detrás para que la Unión Europea imponga una determinada vacuna cuyos posibles efectos son desconocidos. El respaldo estatal y comunitario a las posibles indemnizaciones no es ninguna garantía que ayude a confiar en dicha vacuna; al contrario, invita a sospechar que existen intereses más mercantiles que sanitarios.
Los falangistas no dejaremos de defender la necesidad de que España apueste por una sanidad pública de calidad y por un sector investigador que elabore una vacuna de garantías, sin trampas ocultas que deban indemnizarse con el dinero público de los propios afectados.
Ante la presente situación de abandono que venimos sufriendo por parte de las instituciones políticas, que ven a las personas como estadísticas más que como seres humanos, urge plantear un par de cuestiones: si las vacunas que quiere distribuir la Unión Europea albergan tantas dudas sobre posibles efectos nocivos, ¿por qué no llegan a un acuerdo con Rusia, cuya vacuna de momento parece más segura, para distribuirla en España y en el resto de Estados miembros?; y, si es peligroso sacar adelante una vacuna sin un tiempo concreto de estudio que pueda abarcar hasta una década hasta que se tenga la certeza absoluta sobre su seguridad, ¿por qué no buscan las instituciones una verdadera nueva normalidad que permita a los trabajadores desempeñar sus obligaciones, sin destruir empleos, al tiempo que se protegen de la enfermedad?