Mariano Rajoy ha sido investido presidente del gobierno, tras un bloqueo institucional de casi un año, y el peligro de llegar a unas terceras elecciones generales en menos de un año. Finalmente, las maniobras políticas de unos y otros, reuniones de despacho y quien sabe si algún que otro indulto prometido, maletín volandero cargado de billetes u otras prebendas de esas que el régimen del 78 acostumbra a dar cuando quiere alcanzar sus objetivos.
Sea como fuere, se inicia una nueva legislatura que anunciamos muy complicada políticamente, muy vacía intelectualmente, y muy peligrosa socialmente. La política española viene desarrollando un proceso imparable de degeneración. En otros tiempos, el régimen liberal, con todo el rechazo que nos merece, dejó en sus anales a grandes intelectuales y prohombres de la Patria que, a pesar de su visión equivocada, contribuyeron en mayor o menor medida a hacer de España un gran país. Otros sin embargo intentan socavar sus cimientos. Socialmente, la nueva andadura del PP, el partido de la Gürtel, de Malaya y de otros tantos escándalos y corrupciones, viene apuntalado por un PSOE en metástasis, que se debate entre el apoyo a su izquierda a quienes jalean a ETA y sus secuaces, o entre quienes por su derecha intentan ser la correa de transmisión de una Europa neoliberal que socialmente está destrozando al pueblo español.
Falange Española de las JONS se posiciona frente a unos y a otros, y anuncia que durante esta legislatura, vamos a continuar con nuestras acciones de denuncia de la corrupción del gobierno, vamos a seguir reivindicando la soberanía nacional que nos han sustraído Bruselas y Washington, y vamos a seguir denunciando el separatismo y a sus conniventes socios, cómplices y secuaces allí donde se encuentren, porque estaremos, una vez más, al lado del más débil, del lado del pueblo español.