La encuesta del Centro de Estudios de Opinión (el CIS catalán) dan cierta mejoría a Artur Mas ante el retroceso que había sufrido frente a ERC, debido a su torticera estrategia separatista. Oriol Junqueras, líder de ERC, el brazo político de la casi desaparecida banda terrorista Terra Lliure (no se nos olvide) ha declarado “Necesitamos obtener el mandato democrático definitivo y, por tanto, confiamos que en los próximos días y semanas se materialice la convocatoria de elecciones”.
La democracia a la que alude Junqueras no existe en Cataluña. Tampoco en España. La imposición de quienes deberían gobernar para todos los catalanes supone un abuso de poder. Su estrategia de romper España tiene que ser duramente castigada y sus responsables deben ser procesados judicialmente. Todo el peso de la ley debe servir como medida ejemplarizante para disuadir a aquellos que comienzan falsificando la Historia, para terminar falsificando los resultados electorales. En cualquier caso, no son las urnas las que deban decir si un país como España permanece unido o se le segrega una parte de ella. Pero si es ser un termómetro que nos indica la falta de un proyecto político de los grandes partidos para España.
Falange Española de las JONS