El circo electoral y mediático ha terminado, nuevamente, en tablas. El partido en el gobierno, desde su posición de privilegio, ha sabido lidiar con su escandalosa conducta corrupta, que le ha salpicado incluso en los últimos días de campaña.
El PSOE, eterno segundón, sigue en caída libre ante la incertidumbre de si la pugna interna por el liderazgo terminará resolviéndose del lado de Susana Díaz o de Pedro Sánchez, que ha vuelto a cosechar los peores resultados de la historia del PSOE. Unidos Podemos se mantiene, pero no multiplica, y por lo tanto no alcanza los resultados esperados. Y Ciudadanos, el partido bisagra que ha defraudado a sus votantes derechistas, se conforma con un cuarto puesto. Hasta aquí la valoración oficial que los medios del régimen nos repiten en las varias cadenas financiadas con la campaña electoral de los partidos parlamentarios, a la espera de las cábalas con las que finalmente concurran unos y otros.
La realidad para el pueblo español es otra. Gane quien gane ha perdido la familia tradicional, han perdido los trabajadores españoles, han perdido los pensionistas, han perdido los familiares de pacientes dependientes, han perdido los autónomos, han perdido los parados de larga duración, han perdido los que engrosan las listas de EREs, han perdidos los usuarios de la sanidad pública, han perdido los niños que estudian en la escuela pública… hemos perdido todos.
Se nos plantea una legislatura dura, donde los recortes en lo imprescindible serán más cuantiosos para evitar atajar el despilfarro autonómico, que permite a los partidos mantener sus feudos, pero que no solucionan los problemas reales de España.
Por ello Falange Española de las JONS se reafirma en su compromiso con los españoles para seguir denunciando la falta de soberanía, la falta de trabajo y la falta de un proyecto ilusionante que aglutine a todos los españoles en la gran tarea de la reconstrucción nacional.
