El Gobierno de Mariano Rajoy debe rendir cuentas ante la justicia por facilitar a la NSA de EEUU, a través del Centro Nacional de Inteligencia español, el espionaje de 60 millones de llamadas telefónicas de españoles que en ningún turbio asunto se encontraban implicados: personas normales, trabajadores, desempleados, estudiantes, jubilados… todos ellos han sido espiados por el tándem siniestro que forma la inteligencia española y la estadounidense.
Según documentos aportados por el polémico Snowden, un traidor a su Patria, España forma parte de un grupo de “cooperación centrada”, junto a otros 19 países europeos, además de Japón y Corea del Sur, fundamental en la estrategia de defensa norteamericana.
El Gobierno español ha perpetrado millones de violaciones del derecho a la intimidad de los afectados, empleando las mismas técnicas de espionaje que podría emplear contra el crimen organizado. A los falangistas se nos ocurren millones de aplicaciones correctas de esa tecnología, para acabar con el narcotráfico, la trata de blancas, las bandas callejeras, el terrorismo, el yihaddismo, el blanqueo de capitales… pero Rajoy prefiere tener controlados a los españolitos de a pie, los mismos contra los que ejerce el poder coercitivo del Estado en todas sus facetas.
Los dictadores del siglo XXI usan corbata y son civiles. La violencia de las nuevas dictaduras se realiza de manera silenciosa: asfixia económica, presión fiscal, persecución policial, ingeniería social y control de las comunicaciones.
¿Piensas aún que eres libre? ¿Aún crees que España es un país democrático? ¿Realmente crees disfrutar de tus derechos fundamentales? La democracia parlamentaria es una gran mentira. Y PP-PSOE son sus perros guardianes.