El circo surgido tras el 20D nos viene deparando sorpresas casi a diario. El discurso mediático es indigerible, pues la mayoría de los españoles ya sabe que a finales de junio tendrán que volver a votar.
La estrategia de Podemos, que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar, está funcionando a la perfección: poner en un brete al PSOE de Pedro Sánchez, que va como pollo sin cabeza a la búsqueda de la presidencia del gobierno, aunque luego esté atado de pies y manos para actuar. Iglesias sabe que con esta jugada se llevará consigo los votos de buena parte de la extrema izquierda que aún quedaba en PSOE e IU. mientras tanto, Ciudadanos saldrá perjudicado. Su perfil de voto es de centro derecha, por mucho que sus dirigentes quieran vender que encarnan los valores clásicos de la socialdemocracia. El PP podría haber aprovechado la coyuntura, esperando agazapado, pero ha tirado demasiado de la cuerda y se ha roto. Los nuevos casos de corrupción (que todo el mundo sospechaba) serán una pesada losa que levantar si quieren seguir al frente del parlamento.Hasta aquí el análisis más menos superficial al que nos tiene acostumbrada la prensa del régimen felipista.
Ahora bien, en lo que la casta y la nueva casta se ponen de acuerdo para ver quien es más y menos privilegiado, y de qué manera se reparten las subvenciones, el dinero público y los ministerios, existe un millón de españoles sin hogar, la pobreza energética alcanza nueve millones de españoles y otros once viven en el umbral de pobreza, que para las cifras de la UE viene a ser una condena a la pobreza total y absoluta.
A los partidos de antes y a los de ahora no les importan los españoles, los desahuciados, los parados, los pensionistas… Ningún lider ha propuesto un verdadero plan de emergencia social que no esté mediatizado por la consecución de votos.
España está al borde del desastre. Hay que acabar con la pantomima, tenemos que terminar con esta burla nacida en 1978, y el único camino es la voluntad del pueblo español. Hay que ayudar a nuestros compatriotas. Rompe las cadenas.
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