Los falangistas llevamos tiempo avisando que la infantísima no iba a ser juzgada por sus fechorías. Robar al pueblo español requiere pericia. La infanta intelectualmente mejor dotada (en apariencia), confirma que la Justicia está podrida en este país. Ningún español se cree a estas alturas que una reputada consejera que prestaba sus servicios en la Caixa llamada Cristina de Borbón, está en situación de desindefensión. Nadie se cree que el cerebro de la operación sea un exjugador de balonmano, con escuetos conocimientos de ingeniería financiera.
La Casa Real cree que los españoles somos tontos. Y cree que con la operación de lavado de cara realizada por el monarca Felipe VI se nos olvidan los pingües beneficios que su padre realizó con el petróleo a costa del bolsillos de los españoles, o las numerosas concesiones que Marruecos le dió a cambio de entregar la provincia 52 de España, el Sáhara Español, a la monarquia teocrática alaui. La Casa Real cree que los españoles no sabemos que el 23F lo urdió necesariamente el entonces rey Juan Carlos I, entronizado por Franco, y perjuro a los principios que, sin ser nuestros, él si había jurado.
La infanta devolverá el dinero robado a los españoles. Pero la infanta saldrá indemne. Cualquier español de a pie, sufrirá todo el peso de la ley en cualquier sanción administrativa por leve que sea. Esta es la España de dos velocidades: la del los poderosos, que se benefician de la impunidad, y la de los contribuyentes, que malviven para sostener el elevado tren de vida de los oligarcas.
Los españoles necesitamos organizarnos una república, que garantice la igualdad de todo el pueblo español ante la ley, y termine con el régimen de latrocinio, malversación y despilfarro que llevamos soportando desde hace cuarenta años.
Falange Española de las JONS