En defensa del Sistema Nacional de Salud
El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) alerta que el sistema sanitario español se encuentra en una situación límite a causa del desbordamiento de la Atención Primaria, la sobrecarga de las Urgencias, el aumento de la ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos, y el agotamiento físico y emocional de los médicos. Ante semejante situación, consideran indignante el papel desempeñado por la clase política durante la crisis sanitaria. A su juicio, son necesarias una serie de medidas urgentes como “una autoridad sanitaria única, la existencia de un marco conceptual aceptado y respetado de normalización de la actuación de salud pública y vigilancia epidemiológica que aleje la toma de decisiones del debate político, la existencia de guías accesibles, sistemas de registros y comunicación robustos, ágiles y transparentes para que los profesionales sanitarios puedan coordinar y sincronizar sus decisiones y aumentar la confiabilidad de nuestras acciones en la población y muy especialmente la puesta en marcha de una estrategia de recursos humanos en salud para afrontar la pandemia”.
Falange Española de las JONS comparte las reivindicaciones del sector y, además, propone las siguientes medidas para mejorar el sistema sanitario público, tanto para la presente crisis sanitaria como para un posterior escenario sin Covid-19:
– Vuelta a un único Sistema de Salud Nacional. Deben desaparecer las discriminaciones de trato, las diferencias legislativas en lo tocante a la Sanidad. Deben unificarse para toda España las carteras de Servicios que ofertan hoy los diversos sistemas autonómicos, en una única cartera nacional de servicios sanitarios.
– Caja Única Nacional Sanitaria. Para pagar a trabajadores, servicios, proveedores etc. con unificación de los salarios por categorías profesionales, para toda España. Único servicio de concurso público para dotaciones sanitarias y farmacológicas para todo el conjunto de la nación.
– Establecimiento de protocolos de actuación idénticos para todo el territorio nacional. Identificar las causas que generan la aparición de enormes listas de espera, y subsanarlos en la medida de lo posible. Facilitar a los profesionales de la sanidad la dedicación en exclusiva al servicio público, con retribuciones consecuentes, y reconocimiento de su labor, facilitando los medios apropiados para el desarrollo de su trabajo en las mejores condiciones.
– Eliminar la injerencia política en las decisiones puramente sanitarias. Ello conllevará un ahorro importante en cuanto a instrumentación, vacunas, medicaciones, etc. Las decisiones sobre salud deben ser tomadas por los profesionales de la Salud.
– Educación sanitaria efectiva de la población. De manera que facilite la adquisición de habilidades en procesos sanitarios banales, que hoy recurren a la vía sanitaria, generando un elevado gasto. Concienciar sobre el uso del Sistema Sanitario, llevando, incluso a la penalización económica (multas) a quienes se distingan por el abuso y la utilización fraudulenta de los recursos sanitarios.
– Eliminación de la figura de los Hospitales concertados. En el Sistema Nacional de Salud solamente se contemplará la asistencia y gestión públicas.
– Ahorro farmacológico: política razonable de prescripción de medicamentos. Lista cerrada de genéricos subvencionados.
– Prohibición de clínicas abortivas en España. Incluyendo la navegación de barcos-clínica con dichos fines.
– Aumento del número de especialistas por habitante. Una sanidad de calidad exige un tratamiento personalizado y un perfil de profesionales sin sobrecarga de trabajo.
– Fomento de la Sanidad pública garantizada para todos los españoles sin discriminación económica, social o territorial. Evitando modelos de concierto sanitario o copago puesto en práctica por los gobiernos neoliberales autonómicos durante los últimos años.
¡Basta de jugar con la salud y la vida de los españoles! ¡Por una mejor gestión de la pandemia, más sanitarios y menos políticos!