El asunto Gibraltar está tomando un rumbo de affaire veraniego que le quita importancia al verdadero fondo de la cuestión, que es la nula capacidad de los sucesivos gobiernos democráticos por establecer una política estratégica común. PP y PsOE no creen en la recuperación de Gibraltar porque no creen en la idea de España.
El PP solo tiene una patria que es el dinero, venga de las comunidades autónomas o de la Unión Europea, tanto da. Para el PSOE, que carece de cualquier sentimiento de Estado, este asunto no pasa de ser una mera reivindicación que no afecta a su planteamiento federalista de España.
Tanto PP como PSOE son las dos caras de una misma moneda. La del oportunismo político, pues a nadie se le escapa que esta situación, que afecta a trabajadores de todos los sectores de la Bahía de Algeciras, se ha venido repitiendo cíclicamente desde la reapertura de la verja. Populistamente, a los alcaldes de la zona solo les importa que no suba la tasa de paro, pero en lugar de buscar nuevas soluciones refieren que el trabajo venga de la colonia, manteniendo una relación colaboracionista con el régimen gibraltareño.
Por si fuera poco, desde la Unión Europea se mira hacia otro lado, negando una de las mayores contradicciones de su régimen político impuesto: que Gibraltar continua siendo la última colonia en territorio europeo, utilizada para el blanqueo de capitales, y como entrada de contrabando (drogas, tabaco y personas). Un paraíso fiscal en el que a buen seguro, muchos eurodiputados tienen una cuenta corriente tan opaca como bien saneada.
La única solución es dar protagonismo a las resoluciones 1514 y 1541 de la ONU, en primera instancia o hacer cumplir el artículo 8 de la vigente Constitución Española, a todas luces insuficiente, para que sean las Fuerzas Armadas españolas quienes recuperen un territorio colonial, del que expulsaron en un éxodo a 1300 familias y repoblaron con gentes foráneas venidas de las islas británicas.
Pero además, el gobierno de España debe invertir en la Bahía para asegurar unos recursos suficientes a las familias, impidiendo la proliferación del contraando y asegurando el sustento de los trabajadores. Sólo así se hace patria. Solo así, los españoles recuperaremos Gibraltar.